Ir al contenido principal

Entradas

FERNANDO MOROTE-LOS QUEHACERES DE UN ZÁNGANO (Fragmento 3)

Me levanté a las cuatro de la mañana, hice mis oraciones, entré al baño, me di una ducha y tomé una taza de leche caliente. Salí de casa siendo de noche aún. Llegué poco antes de las siete. Hacía un frío de los mil demonios. Los obreros llegaban corriendo a marcar su tarjeta. Ninguno tenía pinta de haber pasado por colegio particular. Me sentía desubicado. Iba a ser definitivamente una experiencia diferente. Me acerqué a la caseta de control. Por la ventana me entregaron una tarjeta de asistencia, pregunté dónde tenía que presentarme. Aquí no hubo bienvenidas, charlas de orientación ni instrucciones. Sólo un capataz que me dijo “únete a ese grupo”, señalando unos hombres cambiándose de ropa, “y ayúdalos, ellos te dirán lo que debes hacer”. —¿Cómo te llamas? —preguntó uno de mis nuevos compañeros. Le dije sólo mi apellido. Había aprendido tiempo atrás que en los colegios nacionales los nombres de pila no contaban. —Hola. Soy Esquén. Él es Gavilán. Nunca antes había escuch
Entradas recientes

FERNANDO MOROTE

Escritor peruano nacido en Piura en 1962. Autor del poemario POESÍA METAL MECÁNICA  (Los sobrevivientes, 1994; Ediciones Erradícame, 2017), de las novelas LOS QUEHACERES DE UN ZÁNGANO (Bizarro Ediciones, 2008; Ediciones Erradícame, 2018) y POLVOS ILEGALES, AGARRES MALDITOS (Bizarro Ediciones, 2011), y los libros de relatos BRINDIS, BROMAS Y BRAMIDOS (Artgerust, 2013), LA COCINA DEL INFIERNO. RELATOS DE UN MUNDO INHÓSPITO (MRV Editores, 2015) y MELODÍAS EN LA ORQUÍDEA (Ruíz de Aloza Editores, 2017).   

FERNANDO MOROTE-LA COCINA DEL INFIERNO (FINAL)

Clasificas a tus empleados. Tratas a diario con un montón de criminales. Como relacionista público eres un indigente. Te desenvuelves mejor como sicario. No merecen que procedas como un caballero. Vaquero arreando ganado. Después de elogiarlos, tienes que separarlos. Dudas si son imbéciles o ignorantes. Inventas ingeniosos códigos para establecer contacto. Son incapaces de digerir tu glosario de neologismos. Se confunden. No entienden. La palabra más burda les produce un derrame cerebral. Si encontraran a la Mona Lisa en un pasillo del edificio, son capaces de tirarla a la basura... (Este relato es uno de los tres que conforman LA COCINA DEL INFIERNO. Aquí podéis leer la última parte completa) http://periodicoirreverentes.org/2016/02/11/la-cocina-del-infierno-final/

FERNANDO MOROTE-EXTRAVÍO EN LA ROCA

Demasiados días juntos. La euforia de volver a encontrarnos después de algunos meses cede paso a la fatiga. Al correr del tiempo cada uno se siente menos capaz de soportar las manías y neurosis de los otros. Lo que al principio era gracioso resulta ahora insufrible. Los ronquidos esquizofrénicos de Brutus, los silbidos chillantes de Michael Jackson y mis sacudidas de pata como perro enfermo no divierten más a nadie a la hora de dormir. Necesitamos una ruptura agresiva de rutina. Michael Jackson –bautizado así porque es negro, flaco, alto y de vez en cuando da pasitos hacia atrás- tiene la buena idea de proponer un paseo por el Golden Gate. Lo que no me gusta es que quiere cruzar el puente, de 2 kilómetros y medio de largo, caminando. —Tiene que temblar —me explica—. Es normal. Si no fuera flexible, se quebraría en un segundo con todo el peso que recibe. Es posible, no lo discuto. Pero no puedo sacarme de la cabeza las imágenes del History Channel mostrando a ese obrero semi-de

FERNANDO MOROTE-LA COCINA DEL INFIERNO (III)

Arrobado por tu nueva pasión. El béisbol. Gracias a él comprendes la sociedad en la que vives. Observar los juegos se compara a una cátedra de sociología. Una lección de pragmatismo. Te vuelves hincha del equipo local. Vas con tu familia al estadio. Quedas atónito por la ausencia de sobresaltos. No tienes que protegerte de las pandillas, los delincuentes o las barras bravas. Seguidores de escuadras contrarias comparten asientos, toman cerveza y ríen juntos. El sueño no existe. Tentas una solución legal. Visitas abogados. -¿Cuál es su problema? Le cuentas. -Matrimonio. Recuerdas el aviso de aquella iglesia. “El matrimonio es un dueto; no un duelo”... (Este relato es uno de los tres que conforman LA COCINA DEL INFIERNO. Aquí podéis leer la tercera parte completa) http://periodicoirreverentes.org/2016/02/04/la-cocina-del-infierno-iii/

DIOS ES MÁS RÁPIDO

Un miembro de la organización se acercó al vestuario de los linier media hora antes de empezar la semifinal; se llevó a Salvador a una esquina y en voz baja le hizo una recomendación extra-oficial: era conveniente que el anfitrión llegara a la final...  (Aquí podéis leer el relato completo) http://clarimonda.mx/dios-es-mas-rapido/

FERNANDO MOROTE-ABOGADOS

Haré un ejercicio de neutralidad. No soy más que un portapliegos, pero en mis años de experiencia al lado de juristas, jurisconsultos y jurisprudentes he visto de todo. Mi primera impresión en casa fue deslumbrante. El éxito y la riqueza que admiré en los despachos familiares no coincidían con la desesperante modestia que encontré en la facultad. Las huelgas de los estudiantes y las inasistencias de los profesores no me desmoralizaron tanto como las ventanas rotas en invierno, las carpetas sucias a las siete de la mañana y los baños inservibles a toda hora del día... (Aquí podéis leer el relato completo) http://clarimonda.mx/abogados/

FERNANDO MOROTE-LA COCINA DEL INFIERNO (II)

Escuchas canciones que habías dado por olvidadas. Te acostumbras de nuevo. Te sientes acompañado por tus recuerdos. Descansas poniendo en tus oídos sonidos familiares que contrarresten el barullo de voces desconocidas. Con décadas de atraso vienes a entender a los chinos. Nunca supiste por qué leían con ávida nostalgia, tras el mostrador de sus bazares, los amarillentos periódicos que venían de su país. Todas las mañanas cumples el mismo rito siguiendo por televisión las noticias del tuyo. Es una forma de regresar, de no haberte ido. No eres un ciudadano de segunda clase. Ni siquiera uno de tercera. No eres ciudadano. Portas un número de contribuyente. Declaras tus ingresos. Mantienes una cuenta de banco. Eres usuario de la biblioteca y miembro de un gimnasio. Pero no mereces crédito... (Este relato es uno de los tres que conforman LA COCINA DEL INFIERNO. Aquí podéis leer la segunda parte completa) http://periodicoirreverentes.org/2016/01/13/la-cocin

JESÚS FERNÁNDEZ SANTOS-CABEZA RAPADA

Era un viento templado. Las hojas volaban llenando la calzada, remontándose hasta caer de nuevo desde las copas de los árboles. Su cabeza rapada al cero, aparecía oscura del sudor y el sol, como las piernas con sus largos pantalones de pana. No había cumplido los diez años; era un chico pequeño. Íbamos andando a través de aquel amplio paseo, mecidos por el rumor de los frondosos eucaliptos, envueltos en remolinos de polvo y hojas secas que lo invadían todo: los rincones de los bancos, las vías… Menudas y rojizas, pardas, como de castaño enano o abedul, llenaban todos los huecos por pequeños que fuesen, pegándose a nosotros como el alma al cuerpo. Cruzaban sombras negras, luminosas, de los coches; los faros rojos atrás, acentuando su tono hasta el morado. Aunque no hacía frío nos arrimamos a una hoguera en que el guarda de las obras quemaba ramas de eucaliptos esparciendo al aire un agradable olor a monte abierto. Allí estuvimos un buen rato, llenando de él nuestros pulmones,

LOS HEREDEROS DE TOTH (I)

En el plató se encendieron los focos. La cámara hizo un primer plano del presentador del programa y bruscamente se giró hacia el invitado. Era difícil saber quién era quién, la seguridad y el porte de uno contrastaba con el nerviosismo y la fragilidad del otro. Tras un apretón de manos poco convincente, y sin presentar siquiera al invitado, dio comienzo la entrevista. —El Centro para el desarrollo del talento, que dirige el Doctor Higinio Valbuena, abrió sus puertas hace un año y desde entonces se ha visto envuelto en la polémica, por eso queríamos contar con el protagonista de esta historia: para que nos aclare exactamente en qué consisten las actividades del centro—. En un esfuerzo integral por aparentar que controlaba la situación, miró directamente a los ojos al entrevistado, esbozando una mueca de condescendencia... (Aquí podéis leer el resto del capítulo) http://periodicoirreverentes.org/2015/12/24/los-herederos-de-toth-i/

BESO PROVOCADOR

Este beso formó parte de la serie BESOS FELINOS que se publicó en Periódico Irreverentes, ahora sólo está disponible el audio, pero en unos meses será uno de los capítulos de BESOS FELINOS que publicará ACVF Editorial.

FERNANDO MOROTE-MATERNIDAD RESPONSABLE

Maternidad responsable Mi hermana es una madre muy abnegada. Sabe freir huevos.                            Poesía Metal-mecánica, 1994

BESO TERAPÉUTICO

Este beso formó parte de la serie BESOS FELINOS que se publicó en Periódico Irreverentes, ahora sólo está disponible el audio, pero en unos meses será uno de los capítulos de BESOS FELINOS que publicará ACVF Editorial.

LA CONVERSIÓN

El día que Ramón compró la moto, el dueño, un portugués al que le faltaba una mano, no hacía más que llorar. Repetía una y otra vez: ¨minha garota vermelha, minha garota vermelha,…¨ La espectacular Kawasaki roja le había costado la mano, pero era su mujer, su compañera. Años más tarde él hizo la misma escena al ver como se la llevaban. Aquella preciosa criatura estaba maldita; a él le costó un pie a la altura del tobillo, pero también fue el amor de su vida. Por eso llamó al bar ¨Minha garota vermelha¨.   Ese local era lo único que le quedaba. Antes del accidente era una promesa de la alta competición, dominaba a su chica como nadie. Sus suaves formas le volvían loco. Cuando corría eran uno solo, un cuerpo amoldándose al otro por completo. Nunca debió usarla fuera del circuito, pero era un recorrido corto y seguro. La moto no le falló, él no estaba borracho ni cansado: fue la pura mala suerte. El del camión llevaba demasiadas horas conduciendo y se durmió un instante; dio un volan

FERNANDO MOROTE-EL ALCOHOL DESPEJA LA MENTE

No volví triunfante ni resuelto, más bien amargo y nublado por las dudas. —No hay excusa que valga —dijo mi padre—. Es sólo desidia. Estaba en lo correcto. El mío ha sido siempre un patético caso de buscarle la razón a la sinrazón por la sencilla razón de que he perdido la razón. Pero ¿qué utilidad práctica podía sacarle a la experiencia? Ignorarla por completo, según mi punto de vista, sería lo más justo y apropiado. Desde que se inventaron los títulos profesionales existen más motivos para que los hombres se sientan frustrados. —Estoy harto de que me pongan etiquetas —refuté. En verdad lo estaba. Nunca he sabido cómo tratar a las personas que lo hacen. Quizás la solución sea dispararles un tiro. —Eres un tramitador de lujo —insistió mi padre—. Pero tramitador, al fin y al cabo —aclaró. Después de ese comentario, no supe si creerle o aumentar mi desconfianza hacia él. A fin de vencer el efecto paralizador del miedo –casa matriz de mis defectos más autodestructivos-, de